miércoles, 20 de febrero de 2008

Un nuevo yacimiento romano republicano: “La Cabañera”, Villanueva de Sigena (Huesca)

Presento el hallazgo de un nuevo yacimiento romano republicano durante la prospección arqueológica visual intensiva y sondeos, dentro del proyecto de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Villanueva de Sigena y Sena.


El proyecto de ejecución de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Villanueva de Sigena y Sena, en la zona 02-B Alcanadre, incluyó la realización de una prospección arqueológica del terreno seleccionado para su implantación y obras asociadas, que EPTISA Servicios de Ingeniería encargó a GrupoEntorno y cuya ejecución tuvo lugar en 2004.
Además de otros hallazgos, aquí hablaremos del asentamiento romano localizado.
El emplazamiento se localiza en un paraje denominado La Espartosa en una zona ligeramente elevada con buena visibilidad en la margen derecha del río Alcanadre. Se encuentra en una parcela sin cultivar (en 2004) con vegetación de monte bajo clasificada catastralmente como de pastos. Al Norte limita con la acequia de Ontiñena y el río Alcanadre, al Este con los barrancos de Salas y de Chicano, al Sur con la cañada de Villanueva a Ontiñena y por el Oeste con un campo sin cultivar (Parcela catastral nº 327).En la zona adyacente y más elevada en el terreno (justo donde se halla enclavada una reciente torre de alta tensión) se descubrió en la superficie zócalos de piedra de muros, así como diversos materiales. Según las informaciones orales le hemos denominado La Cabañera y son sus Coordenadas: 30TYM511213; con una altura de 195 metros sobre el nivel del mar.
En la parte Sur de la Parcela junto al camino de Villanueva a Ontiñena se aprecian evidencias de movimientos de grava removida con un amontonamiento de tierra donde se recogieron diversos fragmentos cerámicos.
El material hallado en superficie se concentra principalmente en la zona donde se encuentra el muro y en la parte más elevada del terreno donde se observaron signos de remoción reciente: fragmentos de cerámica romana de Barniz Negro de la serie 2320 de Morel (Lamboglia 1), paredes finas, engobada, cerámica común oxidante y restos de ánfora. Además cabe destacar el hallazgo de un semis ibérico.
La densidad de los hallazgos disminuye a medida que nos alejamos de esta zona. En la parte más occidental de la parcela, ya dentro de la zona escogida para la instalación de la EDAR, se recogen menos fragmentos de cerámica romana y uno de cerámica moderna. En esta zona del EDAR se practicaron seis catas arqueológicas comprobatorias del potencial arqueológico del subsuelo. Sólo aparecieron limos aluviales hasta 5 m de profundidad. En las parcelas colindantes con el emplazamiento (327, 2 b, 8 a, 329 a, 30 s) no se han detectado ningún material ni restos de estructuras. Tal vez, sean restos removidos de estructuras romanas la buena cantidad de piedras calizas que se observan en la parcela 8 a.

Con estos datos se puede asignar al yacimiento una cronología de época romana republicana, entre mitad del siglo II y mediados del I a.C., que le emparenta con otros conocidos en la ribera del Ebro.

La coincidencia de la localización mayoritaria de hallazgos con la de la remoción de terreno realizada para extracciones de gravas y la instalación de la torre eléctrica, nos hace ser prudentes en cuanto a la interpretación de la extensión del yacimiento, pues podría encontrarse parcialmente oculto por las tierras de erosión o quizás destruido.
Sin embargo, durante la futura construcción de la depuradora deberá observarse el máximo cuidado por si apareciesen nuevos restos de interés.

viernes, 1 de febrero de 2008

¿Llegamos a las gentes del pasado?

El otro día leía en el diario 20minutos un artículo sobre el auge de la ropa de lujo entre las nuevas oligarquías aparecidas en los paises del este de Europa.

Eso me recordó la interesante introducción de Julián M. Ortega Ortega a su "Anatomía del esplendor. Fondos de la sala de Historia Medieval. Museo de Albarracín", publicado en 2007 por la Fundación Santa María de Albarracín.

Allí el apreciado Julián incide sobre la necesidad de que los museos sean un instrumento de reflexión, para que la sociedad actual llegue a una correcta comprensión de sus fondos. Especialmente los museos arqueológicos albergan "emanaciones materializadas del poder, productos culturales de lujo empleados para expresar, para construir y mantener distancias sociales por parte de ciertos grupos e instituciones a ellos asociadas". La misión del museo es entonces "decodificar los mecanismos de legitimación de los poderes a través de los objetos, o de los monumentos", así como "evitar que ese lujo pasado continúe generando fetiches en el presente". Se debe exponer las representaciones del poder en el pasado (un poder que negaba las condiciones sociales que lo hacían posible), de forma que esas condiciones sean ahora patentes; de manera que la ruralización existente en el Albarracín medieval sea ahora tan conocido como el mundo urbano, el mundo cortesano para el que fueron creados esos objetos de lujo que hoy acaparan el espacio de las salas de los museos y cuya función principal era simbolizar y justificar las distancias sociales existentes entonces.

Es facil la traslación al mundo actual y, aunque con las variaciones obvias, comprobaremos que esas fortunas acabadas en -ich (o las que afloran en China) se asientan sobre un empobrecimiento mayor de la gran masa de la población, algo que está sucediendo desde hace unos años también el USA, y que es (o de bería ser) el centro de la campaña demócrata en las inminentes elecciones.

PD sobre el tema: Lujo y capitalismo, de W. Sombart.