Traigo aquí un resumen del artículo elaborado con el equipo del catedrático de Geografía de la Universidad de Zaragoza, Jose Luis Peña Monné sobre el castillo de Juslibol y su comprensión a través de la geoarqueología.
Y el enlace a un artículo de prnesa digital: www.aragondigital.es/noticia
EL CASTILLO MEDIEVAL DE JUSLIBOL (ZARAGOZA).
DATOS PRELIMINARES PARA UNA RECONSTRUCCIÓN GEOARQUEOLÓGICA
J.L.
Peña-Monné (1), V. Rubio Fernández (2), L.A. Longares Aladrén (1), F.J.
Gutiérrez González (3) y A.Constante Orrios (4).
(1) Dpto. de Geografía y Ordenación del
Territorio, Universidad de Zaragoza, 50009 Zaragoza, España, jlpena@unizar.es
(2). Dpto. de Geografía, Universidad Autónoma de
Madrid, Cantoblanco, 28049 Madrid .
(3) Arqueólogo, Zaragoza.
(4) CVER. Universidad Politécnica de Valencia.
Abstract (The Medieval Castle of Juslibol (Zaragoza). Geoarchaoelogical
reconstruction preliminary results. Se aplican técnicas geoarqueológicas para el estudio de la evolución de
un castillo medieval, actualmente en ruinas, del que apenas hay documentación.
La identificación de su sistema defensivo ha permitido recuperar el registro
sedimentario de sus fosos, tanto de la época de construcción del mismo como de
su posterior relleno, utilizando dataciones radiométricas y algunos restos arqueológicos incluidos en las
acumulaciones.
INTRODUCCIÓN
El castillo de Juslibol, también conocido como Picote de San
Martín, está situado en el extremo NNE del pueblo de Juslibol, unos 7 km al norte de la ciudad de
Zaragoza. Ocupa un cerro aislado de yesos miocenos coronado por restos de la
terraza fluvial T5 del Ebro, fuertemente deformada por la karstificación de los
yesos, a unos 70m de altura sobre la llanura aluvial del Ebro. El castillo
existía ya en época musulmana, con el nombre de Mezimegeer (Guitart, 1976) y formaba parte de una línea defensiva
de castillos y torreones siguiendo un escarpe continuo de yesos por el margen
norte del Ebro. Tras la conquista por Pedro I de Aragón en 1101 se le bautizó
como Deus lo vol (Dios lo quiere),
grito de guerra de los cruzados y que dará nombre al pueblo de Juslibol actual
(Andrés, 1998). Diecisiete años más tarde sirvió como base para la conquista de
Zaragoza por Alfonso el Batallador. El objetivo de este trabajo es extraer
información acerca del castillo y su posterior evolución hasta llegar a la
situación ruinosa actual, a partir del estudio de sus fosos, utilizando
técnicas geoarqueológicas para su documentación y reconstrucción.
METODOLOGÍA
El reconocimiento
mediante ortoimágenes aportó una primera interpretación cartográfica de los
componentes principales del cerro y su entorno cercano. El trabajo de campo posterior
permitió completar esta información y localizar los puntos de mayor interés
para la realización de perfiles y la toma de muestras (14C, restos arqueológicos) dirigidas
a obtener datos cronológicos. Por otra parte, se
está realizando un levantamiento topográfico mediante GPS de precisión para
elaborar mapas evolutivos que reconstruyan el aspecto de la fortificación en el
siglo XII. En esta primera fase del estudio se exponen los primeros resultados
conseguidos, que se centran en los fosos que circundan el yacimiento
arqueológico, siguiendo la metodología propuesta por Rubio et al. (2006), que han permitido alcanzar ya algunas
conclusiones evolutivas.
RESULTADOS
La primera aportación del trabajo es la reconstrucción de la
morfología y cartografía de los fosos que rodeaban la fortaleza medieval, desconocidos
hasta el momento (Fig. 1). Su reconocimiento con foto aérea se hizo a partir de
las bandas de vegetación más densa instalada en sus rellenos, que contrasta con
el paisaje blanquecino generado sobre los yesos, al carecer prácticamente de
vegetación, dada la fuerte degradación erosiva que afecta al entorno del
castillo (Peña et al., 1986).
Se aprecia la
existencia de un foso principal (f1) de tipo semiperimetral basal (Rubio et al. 2006), rodeando el cerro prácticamente con forma subcircular, al pie
del escarpe de la terraza fluvial en la que se asienta el núcleo principal del
castillo. Un segundo foso (f2), paralelo al anterior, se extiende por el sector
NE, con mayor anchura, aunque menor longitud. Entre ambos fosos se encuentra un
sector sobreelevado (m), que se ha interpretado como una construcción de
argamasa de yeso y gravas, actualmente desmoronada. El sistema de fosos rodea
casi por completo el cerro sobre el que se levantan los restos del castillo,
que estaría cerrado por una muralla con varios torreones, aún reconocibles en
su cara NE. En la parte meridional pueden verse también las bases de dos
torreones exentos al sistema de fosos, en posición más baja que el castillo,
justo en el borde del escarpe de yesos (Fig. 1). Con posterioridad a su
excavación, estos fosos se fueron rellenando de sedimentos hasta su total
colmatación, perdiendo su funcionalidad. Los pequeños barrancos que descienden
desde los escarpes de yesos, han alcanzando por erosión remontante de sus
cabeceras los rellenos de ambos fosos en varios puntos, afectando incluso a los
propios cimientos de la muralla del castillo. Ello permite la observación de
varios perfiles de las acumulaciones, destacando el corte 1 (ver fig. 1), de
1,75m de espesor, donde se han diferenciado cuatro niveles (Fig. 2).
Los niveles 1 y 3 se componen de sedimentos finos y
gravilla, con abundantes restos de cerámica musulmana y fragmentos de carbón; las
dataciones 14C
efectuadas en el primero de ellos aportan una cronología entre 1158 y 1160 cal
AD (Jus 1 -UZ-5864/ETH-40987 y Jus 2-UZ5863/ETH-40986), estando pendiente de
datación otra muestra en el nivel 3. Los restantes unidades (2 y 4) se componen de sillares de yeso y bloques de argamasa, procedentes de derrumbesde los muros superiores; tanto los fragmentos de cerámica que aparecen en estos niveles como en los dos anteriores pueden clasificarse cronológicamente en los siglos XI-XII.
Por otra parte, en el sector NE se ha localizado una
acumulación de ladera correspondiente a los materiales extraídos durante la
excavación del foso que fueron vertidos hacía el barranco que limita el área
fortificada en dicha zona. Nuevamente la incisión de un pequeño barranco,
permite observar el corte 2 (ver fig. 1). Se compone únicamente de fragmentos
de yeso y en su interior se tomó una muestra de carbón, que ha sido datada con 14C en 1014 cal AD
(Jus3-UZ-5865/ETH-40988).
CONCLUSIONES
Los primeros datos obtenidos en el castillo de Juslibol nos
muestran la existencia de una estructura defensiva compleja, a base de fosos,
murallas y torreones. Con la información actual, aportada por las dataciones 14C, conocemos que la
construcción de los fosos tuvo que realizarse en torno a 1014, es decir unos 85
años antes de su conquista por Pedro I. Por otra parte, en 1160 el castillo
debía haber perdido ya su poder estratégico original –una vez conquistada la
ciudad musulmana de Zaragoza- ya que por entonces casi la mitad de la capacidad
del foso principal había sido amortizada por sedimentos. Esta información
preliminar podría sentar las bases para una futura intervención arqueológica y
la posibilidad de efectuar una restauración de parte del castillo.
La aplicación de la geoarqueología proporciona una
información inestimable para la reconstrucción y documentación de puntos de
interés arqueológico que se ven especialmente afectados por procesos erosivos;
la idoneidad de estos estudios ya ha sido puesto de manifiesto en otros
trabajos realizados en esta región semiárida del centro de la depresión del
Ebro (Constante et al., 2010).
Referencias
bibliográficas
Andrés Valero, S.
(1998). Historia de Zaragoza. Zaragoza Cristiana (1118-1336). Ayuntamiento de
Zaragoza y CAI, 94 p.
Constante, A., Peña,
J.L. y Muñoz, A. (2010). Alluvial geoarchaeology of an
ephemeral stream: Implications for Holocene landscape change in the Central
part of the Ebro Depression, Northeast Spain. Geoarchaeology,
25 (4), 475-496. doi: 10.1002/gea.20314
Guitart, C. (1976): Castillos
de Aragón I. Desde el siglo IX hasta el segundo cuarto del XIII. Col Aragón. Librería
General. Zaragoza, 191.
Peña,
J.L., Rodanés, J.M., Mazo, C. y Montes, L. (1986). La fotografía aérea vertical
en blabnco y negro y su aplicacón a la prospección arqueológica y
geoarqueológica. I Jornadas Metodología
de la
Investigación Científica sobre fuentes aragonesas, 219-227.
Zaragoza.
Rubio,
V., Peña, J.L. y González, J.R. (2006). El impacto en el paisaje de los fosos
de época prehistórica en el noreste de España y su reconocimiento por criterios
geomorfológicos. Actas III Congr. Int.
sobre Fortificaciones “Paisaje y Fortificación”, 55-68. Alcalá de Guadaira.
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Fig.1. Plano geomorfológico del área
del Castillo de Juslibol Fig.2 Perfil 1
del relleno del foso f1
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